domingo, 31 de agosto de 2014

"Dulce introducción al caos".

Se deshacen sus dedos entre las cuerdas de una guitarra que nunca sonará, mientras lloran los sueños que un día olvidó por querer volar a su lado.

Sabe que jamás estuvo tan cerca de quemarse como cuando ella esperaba su llegada, impaciente; porque sin él, ella no podía ser.

Pero ese ser cumplió todos sus miedos y se convirtió en parecer, y todo lo que un día fue se desvaneció como se desvanece, a día de hoy, el tiempo entre sus manos.

Los días pasan y sus ojos cada día son más grises si no se reflejan en los suyos, y sus manos cada día son más torpes si no se pierden en su cuerpo; porque sin ella, él no quiere ser.

Recuerda sus labios desordenando rutinas, sus besos deshaciendo inviernos, sus pasos alejando el caos de su pasado.

Y a pesar de su daño, sabe que un día ella le echó de menos cuando el frío de su cama vacía la abrazo como nunca antes lo había hecho nadie.

Pero sin él, ella si era.

Sus huellas ya se han cansado de salvar recuerdos y todo lo que un día fue, se perdió entre el dulce caos de una nueva despedida.

Pasó el tiempo y sus dedos se deshicieron entre las cuerdas de una guitarra que nunca dejó de sonar.