sábado, 28 de septiembre de 2013

Fuimos, somos y seremos.

Fuimos un laberinto
del que creíamos
que no saldríamos nunca.



Somos dos extraños
con exceso de confianza.



Seremos el recuerdo perdido
de algo que quiso ser perfecto.


jueves, 19 de septiembre de 2013

La gente dice que la vida sigue.. y sigue.

La gente dice
que la vida sigue..
y sigue.

Volverás a mirar atrás
una y mil veces más,
pero miente y finge
que no te importa,
porque en todas
las mentiras siempre
hay algo de verdad.

Disfruta de la libertad de desaparecer,
de la libertad de equivocarte.
Disfruta de tu propia libertad.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Erás tú.

Nos alejamos de la realidad
a la velocidad que se distorsionan los secretos.

Hablábamos del silencio,
de los tangos en tu espalda.

No te importaban
ni el "qué", ni el "cuándo",
ni el "cómo", ni el "dónde",
eras tú.

Olvidamos
que dos no se besan
si uno no quiere,
que dos no se quieren
si uno no besa primero.

Jugamos a perdernos
y ganamos.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Confesiones.

Confieso
que tengo miedo de pensarla,
que fui un juguete entre sus piernas,
que luché con la pasión de los derrotados,
que estoy harto de amar de prestado,
que era ella la quería cambiar el mundo y yo el que quería que el mundo me cambiara a mi,
que no quiero ser feliz por miedo a dejar de escribir.

martes, 10 de septiembre de 2013

Culpable.

Me declaro culpable
de la verdad de los políticos,
de lo discontinuo de las líneas
y del titubeo de los segundos.

Culpable
de lo bonito de las despedidas,
del dudar de los semáforos
y del querer y no poder.

Culpable
del querer ganar y al final perder,
de la inocencia del sexo
y del volver del pasado.

Culpable
del querer de las prostitutas.

Culpable
de ser culpable.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Y que el fin del mundo nos pille follando.

Es domingo de resaca
y hoy ya no suenan los teléfonos.

Soy un suicida
con ganas de vivir,
por ti, por mí, por este mundo de mierda.

¿Por qué no dejamos los miedos a un lado
y nos comemos de una puta vez?
Luchemos y muramos
en las trincheras de tus sábanas,
que muero de ganas
de destrozarte las bragas
y comerte hasta el alma.

Yo,
cansado de hacer el amor
por cuenta propia.

Tú,
cansada de ser de todos
menos tuya,
del amor de contrabando.

¡Hagamos nuestra esta revolución!
¡Seamos felices como sólo los locos saben hacerlo!

Brindemos,
y que el fin del mundo
nos pille follando.
¡Chin, chin!