Es domingo de resaca
y hoy ya no suenan los teléfonos.
Soy un suicida
con ganas de vivir,
por ti, por mí, por este mundo de mierda.
¿Por qué no dejamos los miedos a un lado
y nos comemos de una puta vez?
Luchemos y muramos
en las trincheras de tus sábanas,
que muero de ganas
de destrozarte las bragas
y comerte hasta el alma.
Yo,
cansado de hacer el amor
por cuenta propia.
Tú,
cansada de ser de todos
menos tuya,
del amor de contrabando.
¡Hagamos nuestra esta revolución!
¡Seamos felices como sólo los locos saben hacerlo!
Brindemos,
y que el fin del mundo
nos pille follando.
¡Chin, chin!