miércoles, 30 de octubre de 2013

Nadie dijo que esto fuera a ser fácil.

Parece que mi poesía está enamorada de tu cuerpo y no tengo más opción que dejar que te saque a bailar sobre el papel.

Me fumaría todos mis versos por perderme entre los tuyos y así saber que se siente cuando te sonríen sin pretexto y te quieren sin apenas conocerte.

Aunque nadie dijo que esto fuera a ser fácil.

Prometo perderme entre tus huecos más oscuros y no dejar que vuelvas al pasado para que no te des cuenta de que ya no eres la misma.

Me tiraré a todas tus dudas, aunque no creo que estén preparadas para todo lo que quiero hacer con ellas.

Haremos de cada noche algo eterno y te dejaré follar con mi poesía hasta que la cama os pida una tregua y el mundo se sienta pequeño a vuestro lado.

Prometo morir todas las mañanas y resucitar cada vez que vengas desnuda pidiendo guerra y dejes tus bragas junto a tus miedos.

Prometo soñar que entro en tu cuarto de puntillas, para que no despiertes, y me lanzo a tu cuello en busca de respuestas, aunque por ello me condene de por vida a vivir entre tus piernas.

Prometo volver después de cada despedida y dejar que mi poesía se folle a tus complejos para que de verdad sepan que se siente cuando viajas al pasado y te das cuenta de que ya no eres lo que eras.

Quiero desnudar tus promesas y vivir en tus mentiras, porque sé que mentirás cuando me digas que ya es hora de que me vaya.

Prometo alejar la realidad de nosotros para que volvamos a ser los personajes de cualquier cuento en el que al final se devoran los unos a los otros.

Prometo beberme tus recuerdos y que tú seas mi mayor resaca.

lunes, 28 de octubre de 2013

A tu recuerdo lo maté porque era mío.

Todo el mundo sabe que el mejor sitio para escribir es la lluvia, y así comenzó esta historia de la que siempre fui un actor secundario.
Todo el mundo sabe que los que mueren por unos labios al final se suicidan por la misma razón que traicionaron, que a su lado saben mejor las despedidas, que los domingos huelen a Chaouen y a Sabina.

Las cuerdas que un día me ataron a tu cama hoy me ahogan y cada noche prometo que esta es la última poesía que escribo, pero no sé en qué punto de la obra me enamoré de las historias de piernas largas y de sus andares seguros que suenan a "por favor no me hagas daño", no sé en qué momento me hice adicto a las bocas que muerden y desgarran mis sueños con la intención de que pase las noches escribiendo.

Cada historia tendría que tener un final que explique por qué siempre hay uno que llora cuando es el otro quien lo siente o por qué se dicen tantas tonterías antes de dar el beso más dulce, el de la despedida.

Parece como si fuera un náufrago que espero en medio de la nada a encontrar tu cuerpo y hacer de él mi patria, escalar todas esas curvas que tanto me costó olvidar y escribir en tu espalda el mensaje de amor con el que empiezan todas las revoluciones.

Todos los libros en los que me perdí hablaron de ti, parecía que todos los poetas soñaban contigo.

Perdona si no fui lo que esperabas o si en verdad no eras tú a quien yo esperaba. No me di cuenta del momento en el que esta historia cambió de dirección y fui yo el primero en empezar a olvidar, el primero en borrar todas tus huellas para que ni el pasado pudiera recordarte.

A tu recuerdo lo maté porque era mío.

No te lo vas a creer pero ya no estoy enamorado de la lluvia que un día nos mojó y dio paso a esta historia de la que me arrepiento a cada palabra que escribo.

Esta obra está llegando al final y el público se muere por saber quien de verdad lo siente y por qué es el otro quien llora, aunque no creo que lleguen a entenderlo nunca.

Es mi turno de esperar a la próxima lluvia que de paso a una nueva historia, de la que tal vez me arrepienta y siga sin entender por qué hay uno que lo siente y es el otro quien llora, una historia que terminará como muchas otras, cada uno por su lado midiendo su propia soga.


jueves, 17 de octubre de 2013

Vida utópica.

Algún día yo también me subiré a un coche y le diré al conductor que me maté en tus curvas.
Tal vez nadie pueda asegurar que eso fue cierto; seguramente nadie pueda, ni siquiera, asegurar que yo soy cierto después de ti.
Guardo millones de razones por las que sigo tus pasos con sigilo como si nadie se enterara, pero a la vez no puedo evitar gritarlo desde mi ventana con vistas a tus pechos.

Quizá también sea mentira.

Lo más probable es que yo sea mentira y este circo que he montado no sea más que un espejismo creado por el desierto de tu espalda.
Tengo la certeza de que ningún cuento fue real, es más, sé de buena tinta que las princesas son las más putas de todos los cuentos.

Aunque sea mentira.

Me haré el loco y olvidaré que no sé bailar mientras me pierdo desnudo entre el compás de la primera que venga y me toque algo.
Seguiré mirando para otro lado mientras aprendo a bailarte el agua ensayando con la más fea del baile.
No conozco más verdad que la sonrisa de aquella que osa a desenfundarla sin miedo a que algún día no pueda hacerlo más.

Pero las sonrisas también mienten.

Tus ojos, tus labios, tus manos mienten, y yo también, es lo más justo.

 O quizá sea mentira que miento.

En el fondo sabes que sé hacerlo mejor, yo también lo sé, pero aún me quedan ganas de mentir y en cualquier momento puedo despertar de este sueño, aunque despertar sea la única forma de morir.
Sé que no engaño a nadie cuando miento, pero seguiré haciéndolo y fingiré que sé hacer todas esas cosas que nunca he aprendido.

Tal vez también sea mentira.

Los relojes también mienten, me marcan la media noche a las seis de la mañana y dan paso a una primavera que viene con cara de invierno.
Las calles mienten y me obligan a perderme buscando mi propia sombra, pero yo las miento a ellas y finjo que la busco mientras que lo que busco, en verdad, es otra borrachera más.

El mundo está lleno de mentiras y quizá sean todas mías, pero no me juzguen porque será imposible que me sienta culpable.

viernes, 4 de octubre de 2013

Mañana siempre será tarde.

Mañana siempre será tarde y sin quererlo jugaremos a volver a ser niños que juegan sin miedo y lloran sin más preocupación que el abrazo que vendrá a calmarles.

Nos convertiremos en seres racionales que cada noche se dormirán intentando soñar cosas imposibles que se harán posibles al contacto con la realidad. Nos pasaremos la vida buscando a otra persona a la que querer sin saber hacerlo, nos jugaremos toda la vida por el beso de los primeros labios que digan "te echo de menos". Saldremos a la calle en un acto suicida de autodestrucción a ver quién tarda menos en hacernos daño, para que al final, cuando el daño esté hecho y solo queden restos, hacer recuento de lo que nos queda, como el último superviviente de una guerra, sin más certeza que la de saber que seguimos vivos.

Pasarán los días frente a nosotros y seguiremos buscando a esa persona con la que compartir recuerdos y un futuro incierto (si es que hay), una persona con la que compartir cama y orgasmos.
Y es que nos convertiremos en expertos de la mentira, en maestros del sexo a quemarropa...

A lo mejor, con suerte, no la encontramos y aprendemos a ser dueños de nuestras propias derrotas; a lo peor, la encontramos y aprendemos a vivir con el mundo derrumbándose a nuestros pies.

Mañana siempre será tarde y sin quererlo jugaremos a volver a ser niños que juegan sin miedo y lloran sin más preocupación que el abrazo que vendrá  a calmarles; pero sin quererlo, volveremos a crecer y cometeremos mejor los mismos errores sin un abrazo que nos calme.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Sigamos robándole al viento.

A falta de papel
bueno es tu cuerpo
para perderme entre
versos de otros poetas
que hace tiempo
que ya dejaron de escribirte.

Ahora déjame que sea yo
quien escriba mi mejor
poesía en tu espalda
y dejemos que el tiempo
vuele sobre nuestras cabezas
aunque sobre nosotros
pesen mil condenas
por robar el viento
de este invierno,
un invierno que tiene celos
de mi por hacerte llover
en esta vida de sequía.

martes, 1 de octubre de 2013

Libertad.

Se define libertad
como la facultad
que tiene el ser humano
de obrar o no obrar
según su inteligencia y antojo,
es la condición
del que no está prisionero
o sujeto a otro.

¿Libertad?
Libertad soy yo
bailando desnudo.

Siguen pasando las horas.

Las horas pasan y se me vuelve a hacer tarde.

Ya no quiero saber nada de nadie, llevo toda la vida huyendo de mi mismo, saboteando mis propias intenciones, y ya me he cansado de encontrarme las mismas escaleras siempre de bajada.

Los pájaros de mi cabeza migraron hace tiempo hartos de invierno, hartos de no tener horizonte hacia el que volar.

Pasan las noches, y pasan las horas descontando versos de las poesías que nunca escribo, como si tuvieran miedo al "qué vendrá mañana" y amanezco una y otra vez intentando encontrar la verdad en los labios del saber y el saber en los labios del mañana.