Tu sonrisa tras el último beso,
tus manos recorriendo otros sexos
y negando que lo haces pensando en mí,
tus pasos que se alejan,
una partida con la baraja marcada,
una ruleta rusa con todas las balas
en la recámara.
El hoy de tus labios,
el ayer de tus mañanas,
el mañana de tus mentiras.
El humo tras el último cigarro
después del último polvo
que nunca terminamos,
ese humo que desaparece
como el recuerdo de tus piernas.
Perderte y ser el que más ganó,
saber que nunca fuiste lo que quise
aunque quería quererte,
una musa que se corre sólo de pensarte.
Los cuentos de tus noches de verano,
hacerme el amor y echar de menos tus manos,
jugar con todo perdido y todo por ganar,
dejarse llevar y volver a ser animales sin domesticar.
Llevarme a conocer cada uno de tus rincones,
volverte de espaldas en cada silencio,
en cada palabra que hoy no escribo,
escribir con tu carmín un "Te odio" en el espejo,
besar cada foto que nunca nos hicimos.
Matar de un tiro al monstruo de debajo de mi cama
y dejar que ocupes su lugar sobre ella,
odiar cada segundo que te pienso,
follarme a cada verso que te escribo,
volver a cada sitio que olvidamos.
Conocer otras camas y volar,
volar cada vez que te corres pensando en mi,
aunque lo niegues,
bailar con tu recuerdo para siempre.