Hijos de unas
manos
que han
trabajado lo que duran veinte vidas.
Hijos del
reír por no llorar,
del
llorar de tanto reír,
de luchar
porque sí.
Hijos del
trabajar hasta morir,
del
ayunar por ver crecer,
del
compartir sin apenas tener.
Hijos del
"toma para que no llores",
hijos del
"toma para que llores por algo".
Hijos de
soñar y cumplir,
de querer
y poder,
hijos de
volar aun sabiendo que van a caer.
Hijos de
luchar por no parar,
del
llorar y sonreír,
del
sonreír porque sí.
Hijos del
querer sin rendirse,
del
enseñar lo que saben,
hijos del
amor de unos padres
que hoy
besan con temblores.
Hijos del
reír por no llorar,
del
llorar de tanto reír,
de luchar porque sí.
de luchar porque sí.
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