lunes, 15 de junio de 2015

Viejas glorias.

Ayer también dije mañana
y como un ave de paso
migro hacia vuelos mejores
dejando atrás el calor
que se convirtió en frío,
el fuego que siempre fue ceniza.    

El paso del tiempo
nunca fue tan lento.  
  
Los poetas ya no lloran,
ya no besan, ni follan,
ni cantan, ni beben,
ni si quiera escriben... 
  
Poesía,
moneda de cambio
de tiempos mejores,
prostituta bien avenida.  
                                                
Poeta...
¿quien quiere cargar con esa losa?  

Acostumbrado
a vivir entre descaros,
bailes mal parados,
víctima del paso firme.

Recto es el sendero,
torcidos mis andares
que buscan el oxígeno
de las veredas,
hogar de mil amores,
sueños desgastados
con olor a viejas glorias.

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