Del más tardío amanecer nacen sus pupilas,
de donde nunca se regresa.
de donde nunca se regresa.
A su paso siembra libertades, borra fronteras y abre nuevos
horizontes, nuevas dudas.
Su sonrisa ha vuelto a perderme, como un día lo hicieron mis
pasos, pero quien quiere volver si ella es el camino.
Yo, funambulista, he desatado todas mis redes y me he lanzado en
caída libre hacía el mar de sus dudas... pero creedme si os digo que a su lado
no hay
naufragio.
Y si la tinta nunca más se derrama sobre el papel, no sintáis
compasión de mí, que habré aprendido a bailar entre sus piernas.
Si nunca regreso, decidle a todo el mundo que estoy bien, que
sobrevivo a duras penas, que su caminar sostiene mi desdicha y que sus labios
calman mi sed infinita de ser infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario